¡Ey, qué tal! Me llamo Sergio, tengo 33 años y soy de Murcia, concretamente de un pueblo llamado Molina de Segura.
He de deciros que en mi vida he hecho prácticamente de todo. Tuve una infancia muy alegre, aunque con ciertos altibajos por motivos de salud.
A lo largo de mi vida, he ido experimentado diferentes sucesos que, poco a poco, me han ido cambiando. Siendo ya adulto, tuve una experiencia oscura y desagradable, que me hizo sentir un vacío asfixiante. Pero de alguna manera, aquella fue la clave para conocer al único Dios verdadero, JESÚS.
A partir de esa experiencia, Dios cambió completamente mi vida. Ese vacío que sentía, se fue llenando de su amor. Todo a mi alrededor comenzó a cobrar sentido: la vida me había cambiado de la noche a la mañana. El tener una vida de Fe y esperanza me ha ayudado a llevar la carga de mi enfermedad, haciendo de mí un hombre nuevo. Dios fue el impulso que me faltaba para sentirme realizado como persona.
Al principio, creé una empresa que me fue bastante bien, pero que al cabo de unos años, sentí que Dios quería algo más de mí. Así que decidí dar un paso más y me confirmé. Pasado un tiempo de mi confirmación, entré en el Seminario Mayor “San Fulgencio”. Allí empecé los estudios de Teología y recibí una formación exquisita, gracias a la cual hoy soy un hombre formado, sobretodo, en buenos valores. Conocí a jóvenes valientes que, como yo, buscaban la voluntad de Dios, y de los que he aprendido mucho. Tuve unos grandes formadores que nos enseñaron, ayudaron y acompañaron en nuestro discernimiento. Y gracias a este acompañamiento, fui descubriendo que con el tiempo Dios habla y actúa.
Y a los tres años de discernimiento vocacional, empecé a sentir que Dios no quería para mí la vida sacerdotal. Una de las pruebas que me indicaban que esto era Su voluntad, fue la paz que me puso en el corazón. Con lo cual, después de meditarlo ante Dios y con la ayuda de la dirección espiritual, decidí dar el paso y despedirme de mis compañeros. Fue algo emotivo y que al mismo tiempo viví con alegría.
Al tiempo de mi salida del Seminario, Dios me puso en el camino a mi pareja Virginia, una mujer cristiana, buena persona, inteligente y llena de buenos valores, a la que quiero mucho.
Hace poco estuve trabajando en una fábrica, pero caí enfermo. Por recomendación médica y debido a mi enfermedad crónica, (enfermedad renal) dejé este trabajo y decidí seguir estudiando Teología en el Instituto Teológico de los Franciscanos en Murcia. Y bueno, sigo buscando un empleo acorde a mi enfermedad, ya que debido a la misma, no tengo disponibles muchas horas a la semana, y por lo tanto, me es difícil encontrar un trabajo.
Pero gracias a Dios tengo una familia y una pareja que me adoran, y que gracias a Dios y a ellos salgo adelante.
Decidí crear esta emisora y canal online porque me encanta hablar de Dios, y porque creo que con mi experiencia de lucha y formación Teológica, puedo aportar mi granito de arena para ayudar a que otros conozcan a Dios y conozcan la grandeza que Dios puede hacer en sus vidas.
Muchas gracias y que Dios te bendiga